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El fin de la web

El hombre que acuñó el término 'lifestreams' en 1997 vislumbra el fin de las computadoras y los buscadores como los conocíamos hasta ahora. Y explica la nueva manera en que fluirá la información: a través del worldstream.

Publicado: 2013-06-03

Hoy el tiempo está rescatando a David Gelernter. O mejor dicho: está poniéndolo en su lugar, como una de esas paradojas de la vida si consideramos que su visión sobre el futuro de la relación hombre-computadora-red siempre ha sido reemplazar lugar por tiempo. En 1997, David Gelernter acuñó el término de Lifestreams, título de un proyecto incubado en la Universidad de Yale en el que indicaba cómo deberíamos aproximarnos a la información: no de la manera espacial como hasta entonces ocurría sino más bien de una manera temporal. Organizar nuestra data más como un diario que como un desktop o escritorio. Para 1997 sonaba un tanto exquisito, pero hoy en una era en que los timelines se han convertido en la base de los websites de información, su mirada sobre cómo accedemos a la información parece cumplirse a cabalidad.


Gelernter, que publicó libros como Mirror Worlds y The Muse in the Machine, ha vuelto ahora al ruedo al entregarnos una reflexión sobre cómo ve el futuro de la web o de la no-web. Si en 1997 vislumbraba una era de lifestreams, ahora más bien ve los próximos años como el apogeo del worldstream, un hilo de tiempo en el que fluye toda la información del mundo y que se moldea y se nos presenta de acuerdo a nuestros propios intereses. Y en ese futuro cercano, Gelernter ve el fin de la web, las computadoras y la búsqueda tal y como la hemos conocido hasta ahora. Él publicó un artículo en Wired en el que explica y detalla cómo los navegadores web dejarán de ser intermediarios de información y más bien se convertirán en las plataformas que nos mostrarán ese flujo de información incesante e infinito. Y cómo las estructuras de tiempo reemplazarán a las estructuras-espacio que comienzan a entrar en una etapa de declive. ¿Estamos entonces entrando a una nueva era? Aquí la visión de Gelertner como si se tratara de una entrevista. Una entrevista ficticia con respuestas reales.


Hace tiempo vislumbraste la era del lifestream, ¿cuál es el futuro de la web ahora?
La gente se pregunta cuál es el futuro de la web, pero no será precisamente la próxima web. La web basada en el espacio que nosotros actualmente tenemos será gradualmente reemplazada por el worldstream basado en tiempo. Esto ya está pasando, y todo ello comenzó con el lifestream, un fenómeno que yo (con Eric Freeman) predijimos en la década de los 90 y compartimos en las páginas de Wired hace 16 años exactamente. Este lifestream -un stream heterogéneo, con contenidos accesibles y mensajes en tiempo real- arribó en la forma de blog con sus posts y RSS feeds, Twitter y streamchats, el muro de Facebook y los timelines. Su estructura representó un cambio más allá de esa “llanura conocida como escritorio” (donde nuestras interfases ignoraron la dimensión temporal) hacia los streams, que fluye y puede por consiguiente servir como una representación concreta de tiempo. Es como moverse de un escritorio a un diario mágico: Imagina un diario cuyas páginas se escriban automáticamente, siguiendo tu vida momento a momento hasta que tú lo toques, y entonces, la página detiene la escritura. El diario llega a ser una especie de libro de referencia: una guía completa y accesible a tu vida. Lo dejas, y las páginas comienzan de nuevo. Hoy esta estructura-diario está suplantando al espacio como paradigma dominante de la ciberesfera: toda la información en Internet pronto será una estructura basada en tiempo. En el mundo de los bits, la estructura-espacio es estática. Las estructuras-tiempo son dinámicas, siempre fluyen -como el tiempo mismo. La web será historia.
¿Pero es posible concebir el worlstream hoy en día?
Hasta ahora la web ha estado basada en espacio, como un stand de revistas: nosotros usamos los términos espaciales como “el segundo de arriba al lado de la izquierda” para identificar una revista particular. Un diario, por otro lado, está basado en tiempo: una dimensión de espacio ha sido prestada para representar tiempo, por eso nosotros usamos términos temporales como “Post del jueves” o “todo de la última primavera” para identificar publicaciones. El tiempo como una metáfora puede parecer obvia ahora. Especialmente porque es natural para nosotros ver nuestras vidas como historias, organizadas por tiempo. Pero eso nos tomó más de 20 años de computación. El campo se ha finalmente movido de conservar recursos ingeniosamente para concebirlos creativamente. En este nuevo entorno, nos enfocamos de la mejor manera -en lugar de lo más barato, más conservador- para que Internet trabaje. Y hoy la función más importante de Internet es entregar la última información, decirnos qué está pasando ahora. Eso es por qué las estructuras basadas en tiempo han emergido en la ciberesfera: para satisfacer la necesidad de data más reciente. Ya sea un tweet o un timeline, todos son streams-tiempo ordenados diseñados para decirnos qué es lo nuevo.
Entonces estamos en un proceso de formación
Nosotros podemos aún navegar o buscar en el pasado: el tiempo se mueve hacia adelante y hacia atrás en la ciberesfera. Cualquier objeto de información puede ser agregado en el “Ahora”, y fluir constantemente hacia atrás -como una rama al caer en un arroyo- en el pasado. Tú puedes soltar archivos, mensajes, y websites convencionales (estos aparecerán como estáticos, simples elementos) en el stream, que actúa como un sistema nube de contenidos accesibles. ¿Pero qué pasa si nosotros unimos todos estos blogs, feeds, chatstreams, y más? Al agregar cada stream en la red -incluyendo los lifestreams privados que están comenzando a unirse- en un simple diluvio de data, nosotros obtendremos el worldstream: una manera de imaginar la ciberesfera como un todo. Nadie puede ver todo el worldstream, porque mucha de la información que fluye es privada. Pero todos pueden ver parte de ello.
Tú tienes una metáfora sobre el tema
Imagina un pozo viejo con un cubo en una cuerda, con el cubo hundiéndose más y más profundamente dentro del pozo. Este pozo de tiempo es infinitamente profundo, así que el cubo se hundirá para siempre -y la cuerda será siempre tan larga como necesite ser, así que siempre habrá más cuerda para desenrollar. (El infinito scrolling que nosotros ahora experimentamos es muchos websites con stream de tiempo es simplemente la cuerda desenrollándose. El cubo representa la cabeza o el inicio del worldstream, el data-objeto más viejo. La cuerda-eje representa el Ahora, y la cuerda (hundiéndose más y más en el pasado) es el stream mismo. En lugar de la estática web de hoy, la información fluirá constantemente y a través del worldstream en el pasado.
¿Y en qué lugar quedan los sistemas operativos y las computadoras?
Los Sistemas operativos y navegadores de hoy -y buscadores- llegarán a ser obsoletos, porque la gente no quiere más conectarse a computadoras o sitios (ellos probablemente nunca lo desearon). Lo que la gente quiere realmente es tunear la información. Millones de lifestreams separados existirán en la ciberesfera pronto, y nuestro software básico será el navegador-stream: como los navegadores de hoy, pero diseñados para agregar, sustraer y navegar en streams. Los worldstreams nos permiten tunear nuestra información de cualquier manera que nos guste: mis noticias preferidas de fútbol americano de Yale, novedades de libros, y recomendaciones de compras son interrelacionadas con mi email, mensajes, posts, documentos, notas, y más. ¿Estas características ya existen en una aplicación en algún lado? No. No pueden, hasta que los millones de streams diferentes relaten por su cuenta sus propias historias compartidas a la misma interfase por el navegador stream.
¿Esto limitará la naturaleza de la web?
En algún modo, sí. Pero es sobre el tiempo: «Tráeme lo que quiero» es casi siempre más útil que “Déjame sumergirme dentro y ver qué puedo encontrar». No importa cuán rápido parezca, las búsquedas son un gasto de tiempo. De algún modo, nosotros usamos el tiempo (la estructura-tiempo) para ganar tiempo. En lugar de hacer una serie infinita de búsquedas separadas, nosotros tuneamos las mezclas en nuestro browser-stream para continuamente alimentarnos de la información que necesitamos. Este futuro no solo matará el sistema operativo, el navegador, y el buscador como lo conocemos -cambiará el significado de la computadora como nosotros la conocíamos. Ya sea largo o pequeño (por ejemplo, el smartphone), la función central de una computadora en el futuro cercano será tunear dentro -como las frecuencias de un carro en una estación de transmisión- el constante fluir global del ciberflujo. No nos importará mucho lo relacionado a los aparatos de computadoras en sí desde que estemos enfocados al mundo de la información y nuestras vidas adjuntas a ello.

Escrito por

Edwin Chávez

(Post)estructuralista, narrador sci-fi, cuentista metaliterario, pixel-prototipeador, {css: lover}, poeta [01]nario.


Publicado en

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